Por un lado, Molinas adopta una postura aparentemente imparcial y popular: critica a la clase política, defiende la inversión en innovación y el apoyo a la educación, denuncia lo que él llama "colonización política de ámbitos no políticos" -como el Tribunal Constitucional o el Consejo General del Poder Judicial- y reprocha a la "clase alta" el cobro de primas. Todas ellas críticas situadas a medio camino entre el populismo y la reivindicación desinteresada.
Sin embargo, esa actitud defensora del colectivo no político contrasta con el ataque que hace al mismo abogando por el cambio a un sistema electoral mayoritario. Según Molinas, el vigente sistema proporcional y la descentralización del Estado son los principales problemas que han conducido a lo que denomina "desastre político actual". Pero, ¿es realmente así? ¿Se trata de una postura ideológicamente neutral?
En mi opinión, el problema reside en que la sociedad no se siente representada por sus políticos (por motivos más que evidentes) lo cual se traduce en una actitud pasiva ante las urnas que no va a cambiar limitando el voto por la vía mayoritaria. Al contrario: el sistema que defiende Molinas cierra la puerta a la pluralidad de opciones.
Navegando por la web encontré algunas reacciones interesantes al artículo, como esta en la que se desvela la relación real de Molinas con el mundo político: http://www.paralelo36andalucia.com/la-ideologia-oculta-y-financiera-de-cesar-molinas/
Moi ben esa busca de outros puntos de vista e de revisión das propostas de César Molinas. Sempre é interesante o contraste de fonts.
ResponderEliminarAquí deixo outra de Ignacio Escolar:
http://www.eldiario.es/escolar/elites-alla-politica_6_46255375.html
É realmente interesante as dimensións das polémicas que se desencadenan a partir de iniciativas. O interesante deste debate é que hai moita, moita xente que mirou o artigo, e algo debeu de significar, de revulsivo, que recibiu distintos contraataques.
Maldita documen...